No puedo evitar el escándalo y la
tristeza que me produce ver la alegría y la complicidad con la que la gente se
dirige hacia el caos e insulta a quien no acepta los planteamientos que se presentan como marco de lo que llaman
“progresismo” y te plantan la etiqueta de “retrógrado”, “facha”, “reaccionario”,
“ultraderechista”… a quien no acepta ni confiesa los slogans que se imponen
como lo “políticamente correcto”.
El término “Globalización” empezó ya a
hablarse de él a mediados del siglo XX, un hecho que hubiera sido un gran
avance para la humanidad, si es que se hubieran globalizado los grandes valores
que hacen feliz al ser humano como son la justicia, la verdad, la solidaridad,
la fraternidad… esto hubiera ayudado a construir un mundo maravilloso, un
paraíso.
La otra posibilidad de globalización era
todo lo contrario: globalizar los nacionalismos que dan lugar a los racismos,
xenofobias, y todas las “fobias” imaginables; la injusticia, la explotación y
expoliación… y se establecen como normas
de vida el individualismo, el relativismo, el subjetivismo… y se pone
como meta suprema del hombre el dinero para el que se establecen como culto la
avaricia, la codicia y el odio y toda la liturgia que todo esto lleva consigo, que
convierten a los hombres en enemigos y competidores los unos de los otros.
Este programa se viene llevando adelante
desde hace más de 50 años; en la revolución del 68 empezó a tomar forma
concreta y a establecerse un camino determinado que ha venido siguiéndose sin
titubear hasta dar como resultado lo que tenemos y que continúa con carta de
ciudadanía hasta cumplir su cometido; una meta concreta está establecida para
el año 2030.
Hay personas (como Tomás López Pizcueta) que han estado muy en contacto con todo el
movimiento que se ha venido dando y están viendo cómo han ido cambiando los
esquemas hasta conseguir que la gente de a pie haya entrado completamente en la
onda y se ha anestesiado a la sociedad para que acepte como normal y como bueno
lo que es sencilla y llanamente la destrucción de la cultura de occidente.
La “Agenda
2930” es el resumen de todo lo que se ha venido concluyendo en las
reuniones de los grandes magnates cada vez que se reúnen y que al final
lograron establecerse unos objetivos, como es derribar la cultura occidental y
establecer un Nuevo Orden Mundial (NOM).
Para ello se dedican a captar para su
causa, a base de dinero, a las grandes organizaciones mundiales ONU. OMS… que a
se unen a ellos haciéndose socios del
“club y con ellas las grandes multinacionales farmacéuticas que asumen los
objetivos que se han venido poniendo los “grandes” y se convierten en el gran
instrumento de sometimiento de la población a través de la salud
Nuestra iglesia católica no vive en un
planeta perdido del espacio ni en la luna, sino que forma parte del tejido
social de este mundo y ha de estar muy atenta a todo lo que se viene dando, pues
el sentido de su existencia es ser testigo de salvación para este mundo
concreto y ha de estar atenta porque no todo está de acuerdo con las
directrices que le dejó Jesús y, concretamente, en este caso y en esta
situación no le queda más remedio que tomar muy en serio las propuestas de la
“Agenda 2030” que se imponen con fuerza a la población y los objetivos que se
ha marcado para el mundo.
De ninguna manera puede la iglesia, ni
tampoco un cristiano serio, aceptar estos planteamientos y sostener que la
iglesia deba entrar por un camino que positivamente lleva al caos moral,
espiritual, social, cultural, económico, humano… y que, sin miedo proclama que
la muerte es un bien y la mentira un valor.
El “Globalismo” se ha convertido en la
nueva religión asentada en los grandes dogmas del ecologismo y el nihilismo que
al no tener ni salvación, ni transcendencia, ni en ellos existe la
misericordia, devienen en un rigorismo moralista destructor de la persona y de
todo orden.
Si anteriormente se planteaba la lucha
del “bien” contra el “mal”, hoy se plantea la lucha del “globalismo” contra el
“patriotismo”, pero lo triste es que muchos católicos y cristianos en general,
asumen los lineamientos y principios con un “buenismo” erróneo, creyendo que en
el fondo hay algo muy bueno que hay que rescatar, como es la “libertad” que se
predica, la ruptura de fronteras que nos hace sentirnos a todos hermanos, el
respeto a las ideas, a las culturas y la tolerancia… y no nos damos cuenta del
engaño que todo esto entraña, ya que en el fondo de todo está el odio a Dios que
en su puesto se ha colocado el dinero y el poder. Por tanto hay que tener mucho
cuidado, pues la “Agenda 2030” no es algo simple, como un programa que se han
impuesto unos señores que presumen de “benefactores de la humanidad” que buscan
el bien de todos.
El objetivo de la “Agenda 2030” es
destruir la civilización cristiana, que es el primero y más importante
obstáculo que se encuentran para su proyecto; por tanto, un católico, un
cristiano que sigue a Jesús, no puede estar de acuerdo con algo que destruye al
hombre, por el que Jesús dio la vida.
Quizás algo que nos puede ayudar a orientarnos
y ver a quién no podemos seguir de ninguna manera, porque si lo hacemos estamos
siendo cómplices de algo muy grave que va a destruir la humanidad, nos puede
servir un detalle muy simple: observa a todos los políticos que van exhibiendo con
orgullo en la solapa de su chaqueta el “pin” redondo y multicolor de la
“agenda” a la que sirven y no al pueblo que los eligió.
Principios doctrinales de la “Agenda 2030”
1-Un cambio
de la antropología del hombre
En la “Carta de la Tierra” redactada en
el año 1997 se expresa algo que en principio aceptamos todos: “hay que respetar
esta tierra que es la base de la vida del planeta”. El presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov escribió el
prólogo de dicha carta, pero ya se comienza diciendo que el hombre ha sido el
depredador más peligroso que ha existido, por tanto, hay que cambiar la visión
antropológica que se tiene del ser humano de forma que no es el “rey de la
naturaleza” como se ha venido diciendo en la Sagrada Escritura, sino que es un
elemento más que forma parte de ella.
Por tanto, hay que inventarse un nuevo
referente que reemplace a los MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS y asumir los
principios que se establecen en esta carta
2º La Tierra, ¿es merecedora de adoración?
En el libro del Génesis (Gn.
1,26-29) se dice: “Y dijo Dios: hagamos
al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domines los peces del mar, las aves
del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra… Dios los bendijo y dijo: os
entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la
tierra y todos los árboles frutales que engendran semilla que os servirán de
alimento…”
Es decir: hasta ahora el
hombre “hecho a imagen y semejanza de
Dios” es encargado por Dios para que sea dueño de todo lo creado y lo cuide
como un buen administrador. Esto es lo que hasta ahora hemos venido creyendo y
sosteniendo: este ha sido el encargo que el hombre tenía dado por el autor de
la creación. La tierra, pues, es el gran REGALO que Dios hace al hombre.
Estos señores del “Club”
determinan que las cosas son de otra
manera: la TIERRA es el dios a quien hay que rendirle culto (Pacha mama)
y ante quien quedan anulados todos los derechos del hombre, tal como lo hemos
entendido desde siempre. Y ellos se erigen en los sacerdotes vigilantes para
dirigir el culto a esta diosa madre y van estableciendo las leyes que rigen en dicha
religión.
3-Hay que
destruir todas las identidades tradicionales.
Sabemos que Europa, Occidente nace bajo el
establecimiento de los principios cristianos: la igualdad de los hijos de Dios
que establece la JUSTICIA; LA VERDAD que impone la libertad como cualidad necesaria
de la persona y la FRATERNIDAD que establece la puesta en práctica del mandato
de Jesús: el AMOR.
Estos principios se asientan en la base
de los mandamientos de la ley de Dios que en definitiva se convierten en el
gran referente de LEY NATURAL que declara los principios universales donde toda
ley ha de mirar y tener como referente y principio.
Europa nace y se conforma bajo estas
directrices y da lugar a todo un sistema de pensamiento y cosmología que
conforma la “cultura occidental” donde el ser humano ha llegado a las máximas
cotas de libertad y dignidad, pues es considerado “hijo de Dios” como la base
universal de todos los derechos y deberes humanos; lógicamente, los
organizadores de este “NOM” (Nuevo Orden Mundial) entienden que esta cosmovisión, esta manera
de entender el mundo y la vida, es el primer objetivo a destruir y, como tienen
muy claro que la raíz de todo es la iglesia católica, ésta se convierte en el
objetivo primero a derribar.
En esta destrucción hay que entrar al acoso
y derribo de todas aquellas instituciones e ideas que promueven la unidad, la
soberanía de los pueblos, la solidaridad… De ahí que empiezan a atacarse las
constituciones nacionales, sobre todo las que mantengan principios cristianos;
recordemos que se comenzó quitando el nombre de Dios en la Constitución Europea
que nació con toda una simbología cristiana cuyos restos se mantienen, incluso
en su bandera.
4-Se cambian los objetivos
Si el hombre está declarado como el
cuidador de la tierra a quien se le han dado todos los atributos para que sea
el dueño y señor de la creación, (Gn. 2,19) ahora se cambia el objetivo y el puesto
del hombre lo ocupa la tierra; el hombre pasa a ser un elemento completamente
secundario y pernicioso para ella, a quien hay que exterminar, si es que fuera
necesario; lo estamos viendo cómo se está llevando el proyecto de exterminio de
las tres cuartas partes de la humanidad que, según el “club”, están sobrando y
estorbando; y se van imponiendo leyes expresamente orientadas a la reducción
de la humanidad: el aborto, sin tener en
cuenta a nadie y al capricho de los dirigentes, estableciéndolo como un método
más de anticoncepción; la misma cosa se está haciendo con la eutanasia, la
eugenesia o la ley de la ideología de género… todo va dirigido a lo mismo:
reducción de la humanidad.
En definitiva, se está considerando al
ser humano con menos valor que cualquier animal, con el que se puede
experimentar a placer con él, ya que carece de todo valor y, si se le deja
existir, es para que sirva de enriquecimiento de la ecología
5º Se ha establecido una nueva religión sin Dios y en oposición a Él y a la Verdad
El otro día, en una entrevista hecha a
Felipe González declaraba: “La verdad es
lo que la mayoría piensa y acepta”, actitud que coincide con lo que
afirmaba también en otro momento el cofundador de Greenpeace: “No importa lo que es verdad, solo cuenta lo
que la gente cree que es la verdad” o también con la expresión de Zapatero
queriendo parafrasear a Jesús: “La
libertad os hará auténticos” (sosteniendo la idea de que ser libres es dar
rienda suelta a todos los instintos primarios).
Vemos cómo se va sacralizando el
discurso y van creando la mentalidad, de forma que la gente va asumiendo como verdad los postulados
establecidos y, de esa manera, se va haciendo el vaciamiento de la religión católica
y llenándola con otros contenidos como el ecologismo, la diversidad, la
autoayuda, el yoga, la religiosidad popular… hasta el punto de convertirla en
una institución donde la gente encauza sus sentimientos religiosos, pero nada
más.
Este peligro ya lo denunciaba S. Juan
Pablo II mucho antes de ser Papa como una de las grandes agresiones a la
iglesia, enmarcada dentro de la ideología de la “NA” (Nueva Era). Renunciando
de esa manera al gran encargo que Cristo dejó a su iglesia de ser la
transmisora del mensaje y de la vida del Reino de los Cielos que Él inauguró y
que la iglesia tiene obligación de continuar, conservando la doctrina y la fe
que Él nos dejó
6º El cristianismo en el ojo de mira para destruir
La cosmovisión que se sostiene en la
Biblia en donde se declara que al hombre se le entrega la creación para que sea
dueño y señor de ella (Gn. 1,26-29) para desarrollar en ella la semejanza que
tiene con su creador, es rechazada, condenada y combatida por el “NOM” (Nuevo Orden Mundial) que sostiene que somos
nosotros los que le pertenecemos a la tierra como un ser más de los que
existen.
Lógicamente, la iglesia es la que ha
sostenido desde siempre esta cosmovisión y la ha expandido por toda la tierra.
Por tanto, es el cristianismo el culpable de toda la crisis medioambiental y de
todos los desastres que se están dando en el planeta. El objetivo está
clarísimo: destruir esta forma de ver y existir
7º Se ha sustituido la fe en Jesús y en su proyecto
de salvación por el amor al planeta que se ha convertido en la nueva religión.
El culto se ha orientado hacia realizar la
unión con las fuerzas naturales y la práctica religiosa se centra en el cuidado
de las plantas, de los animales, del paisaje…y en la medida que el individuo se
siente más unido a la naturaleza e integrado en ella, como parte del todo, es
más feliz y auténtico, pues se siente lleno de la energía cósmica.
Su práctica moral, ética o religiosa no
consiste en ser mejor para hacer el bien a los demás y sentirse útil y amado,
amando a los demás, sino que, de esa manera, se siente insertado en el “todo” y
en consonancia con el consenso al que se ha llegado, donde se sostiene que
vivir así, es mantener unos valores relativos y sostenibles que sirven para
llevar una vida tranquila, pero sin perspectivas de transcendencia alguna, pues
soy un ser más del conjunto que compone el orden natural y que se rige por una
ley natural absoluta.
En esta tesitura, el gran referente que
teníamos de los MADAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS, quedan al margen completamente
de todo y al arbitrio de cualquiera, ya que el referente es la naturaleza; por
lo que se puede convertir en bueno lo malo y en malo lo bueno.
Tenemos ejemplos a montones de lo que
estamos viviendo: puedo matar a una persona porque no me conviene que viva y en
cambio, no puedo matar un animal para comérmelo; no puedo tener animales que
pasten en el monte porque rompen el ecosistema y sí debo aceptar que los lobos
me destruyan el ganado o que el fuego queme los montes…
El absurdo se establece como norma de
vida ya que los valores se establecen por consenso y éste depende de los
intereses que haya en el fondo, de forma que, cuando cambian los intereses,
cambia también el consenso y los valores dejan de ser sostenibles.
Por eso a la agenda 2030 le molestan
estos principios universales de los Mandamientos que son un compendio de la ley
natural inmutable.
8º El papel del hombre dentro de la “Agenda”
Según los creadores de este “NOM”, el
hombre es un ser vivo en el planeta que se ha constituido en una “plaga”
causante de todos los desastres, por tanto, está claro que es nocivo y hay que
acabar con él, si es que queremos que la tierra recupere su ser.
Según los dirigentes “Sacerdotes de la
nueva religión”, el hombre es un ser que no tiene dignidad; solo la “Madre
Tierra", -dicen-“Es la poseedora de toda dignidad, pues es la que da la
vida”.
Para un cristiano esto es un error
gravísimo, pues la tierra ha suplantado al Dios Padre que por amor crea el
universo y al hombre le imprime su dignidad de HIJO, haciéndolo su imagen en la
creación y dotándolo de una dignidad que lo convierte en valor absoluto.
Según los planteamientos del NOM, el
hombre queda desplazado y convertido en “algo” que hay que exterminar, como se
extermina una plaga peligrosa para dejar limpio el plantea. Solo quedarán unos
hombres especiales con una naturaleza sublime (el transhumanismo) completamente
identificados con la “madre tierra”
En este contexto la encarnación de Dios,
la Resurrección de Jesús, el Reino de Dios, nuestra propia salvación, los
dogmas que confesamos… no son más que ideas nocivas que hay que destruir.
9º Se cambia por entero el horizonte del hombre y
de la humanidad.
Hasta ahora hemos venido sosteniendo que
el horizonte de grandeza, de felicidad y de plenitud es el reino de la verdad,
de la justicia, de la paz, de la libertad, de la fraternidad…que estableció
Jesús para todo hombre y para toda la humanidad, de forma que el hombre pueda
responder a la llamada que Dios le hace
a ser feliz amando a sus semejantes y al mismo planeta que le confió…
Todo esto queda destruido y se sustituye
por una conciencia ecológica, en donde se establece el respeto por los
animales, por las plantas, por los insectos… como el mandato supremo que rige
la vida de todo hombre y de la sociedad.
Cuando leemos todo esto no podemos dejar
de estar de acuerdo, pues si Dios nos dejó la tierra para que la cuidemos y
vivamos felices en ella, nos está diciendo que hay que amarla y respetarla,
porque es nuestra casa, pero el que sostengamos y aceptemos eso, no puede ser
suplantado el ser humano por nada, pues él ha quedado constituido como valor
absoluto a precio de la sangre de Jesucristo-Dios.
El respeto, el cuidado y el amor a la
naturaleza se han de establecer como principios básicos y naturales: hemos de
enseñar a los niños a respetarnos, a querernos, a no dañar el medio ambiente, a
cuidarlo, a no tirar la comida, el plástico, el papel a no ensuciar el planeta…
en cualquier sitio.
Pero todo esto se debe hacer simplemente
por educación, para que aprenda a vivir como persona entre las personas. El ser
humano no es un depredador ni un estorbo dentro de la naturaleza, sino el que
la dirige, la conserva, la engrandece y la transforma.
10º La FAMILIA es pieza clave en este esquema de
destrucción
Todo
lo que venimos viviendo en el momento actual ya tuvo sus comienzos a mediados
del siglo pasado. Podemos remontarnos a La Tercera
Conferencia Mundial sobre Población celebrada en Bucarest, del 19 al 30 de
agosto de 1974. A la que asistieron representantes de 135 países.
Ya en La Conferencia empezaron a darse
normas que fueran preparando el ambiente
y se adoptó el “Plan de Acción Mundial” sobre Población”, que
estableció, que el objetivo fundamental es el desarrollo social, económico y
cultural de los países, para lo que la población tiene un papel muy importante
y por eso se han de establecer objetivos y políticas que controlen dicha
población; para ello se acordó: Un Plan de Acción Mundial sobre Población donde
se plantea:
1º-
Respetar y asegurar el derecho de cada persona a decidir el número y el
espaciamiento de sus hijos.
2º-Promover
la preparación sobre “paternidad Responsable” y para ello disponer de personas
y de medios para hacerlo.
3º-
Asegurarse de que los servicios médicos y sanitarios estén siempre dispuestos
para la prevención de los embarazos no deseados
4º-
Asegurar que exista la posibilidad de cambiar la dimensión de la familia de
acuerdo a los objetivos políticos.
5º-
Emplear todos los medios que haya al alcance de las administraciones
gubernamentales para la planificación familiar y utilización de métodos
anticonceptivos
6º- Aumentar todo el personal que se
necesite, cualificado, para llevar adelante un servicio de planificación de la
familia de acuerdo a los lineamientos políticos.
Desde entonces se viene golpeando
sistemáticamente, desde todos los ángulos, la institución “familia” considerada
como el obstáculo más nocivo y como la raíz de todo el daño al planeta.
Para un cristiano, en cambio, la FAMILIA
es sagrada, es la imagen de la iglesia; la base y fundamento de toda persona y
de toda sociedad. La FAMILIA es el
instrumento o el espacio del que el
mismo Dios se sirvió para encarnarse, aceptando todos los esquemas, incluso
culturales, para actuar como ser humano; no será, por tanto, algo tan nocivo y
peligroso como se empecinan en inculcarnos.
Tenemos, pues, muy claro que, destruir
la familia es atentar gravemente contra la sociedad y dejar a la deriva al ser
humano que queda sin base, sin referentes de ningún tipo en la vida.
11º- El
relativismo se establece como principio fundamental
En el NOM el relativismo se establece
como norma de vida, pues se sostiene que nada es estable, todo es cambiante: lo
que hoy es, mañana puede no serlo, o ser otra cosa, pues todo cambia; de la
misma manera, lo que para mí puede ser bueno, para otro puede ser malo, de
forma que una misma cosa puede ser y no ser, ser buena y mala al mismo tiempo,
pues como el único referente que se acepta como norma del bien o del mal, de la
verdad o de la mentira es el “yo”, entonces, todo es o no es, bueno o malo
según las conveniencias o los gustos de lo que determine el sujeto.
La “Agenda” establece estos esquemas
porque serán el instrumento que utilizará para llevar adelante sus planes ya
que dispondrá de la voluntad del individuo que queda convertido en una especie
de marioneta que puede ser manejado a placer, de ahí que la fuerza mayor se
está poniendo en los sistemas de educación para hacer de la sociedad un
verdadero rebaño que funciona a gusto del “Pastor-Poder” que es el que marcará
qué hay que pensar, qué hay que hacer, que hay que comer, qué haya que hablar…
quedando absolutamente todo controlado.
En el programa que hay establecido, lo
fundamental está en impedir los grandes ideales, las ideas de transformación y
proclamar una libertad de los instintos que son, en definitiva, lo más fácil
para el ser humano, lo que obtiene con más facilidad y por eso se propician, se
facilitan y se anima a la sociedad a que goce con ellos... A esto le llama la
Agenda “Paz universal” en la que entran
los derechos sexuales reproductivos, la igualdad de género…
Según ellos, la paz llega cuando la
persona se libera de todos los prejuicios sexuales y lo reviste todo con un
lenguaje que da una apariencia muy bonita mientras lo que está sosteniendo es
toda esta IDEOLOGÍA en la que se llama a
la nueva tendencia “la sociedad inclusiva” para sostener el “todo vale”, o se
dice: “salud sexual reproductiva” para defender el aborto.
Lógicamente, aunque el lenguaje, como
envoltura, tenga un colorido especial, un cristiano en conciencia, no puede
aceptar de ninguna manera el contenido, ni apoyar a quien lo propone.
12º -La “Agenda 2030” ha hecho una opción por el
desarrollo sostenible.
Como principio proclama que el objetivo
es transformar el mundo y hacer que todos tengan libre acceso a los bienes de
la tierra. Dicho así es perfectamente admisible por todos, el problema se da
cuando ese objetivo se concretiza en acciones concretas y en “motivaciones
sostenibles”: no se puede aceptar aquello o aquellas personas que no den los
grados de sostenibilidad establecidos, como puede ser la persona que nace con
un síndrome de Down, o cualquiera que
nace con cualquier otra deficiencia que rompe la normalidad establecida por la
organización; es decir: aquí solo caben los que ellos determinan.