Monición de entrada. Domingo 4º de Pascua, CICLO C, Jn. 10, 27-30

Dijo Jesús: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno”

 
DIÁLOGO


Triana.- Jesús vuelve a recordarnos en el Evangelio de hoy algo muy importante para los cristianos. Nos habla de su naturaleza divina: “Yo y Padre somos uno”.

Fernando.- Se lo dijo a los judíos. Jesús estaba paseando por el pórtico de Salomón del Templo de Jerusalén, en la fiesta de la dedicación del templo, y los judíos le preguntaron si Él era el Mesías.

Lucía.- Los judíos fueron testigos de las muchas obras buenas que hizo Jesús, pero no les interesaba su mensaje. Amar no estaba en los planes de ellos. Buscaban un Dios que no les complicara la vida.

Natalia.- Jesús nos habla del Buen Pastor. ¿Qué es para ti un buen pastor? ¿Qué es para ti Jesús?

Triana.- ¡Jesús, tú eres mi Buen Pastor! Cada vez que me siento en peligro, te hablo y te miro, y tus consejos me devuelven la paz a mi vida. Sé que te importo mucho ¡De tu mano no me perderé!

Fernando.- A veces nos portamos como cabras locas. Y nos asomamos a los peligrosos amigos imaginarios de Internet que nos pueden acercar a los lobos, como la soledad, la mentira ¡Una cosa buena puede convertirse en un problema!

Lucía.- Hay jóvenes que han cambiado a su familia por esos amigos invisibles. Y ya no hablan con sus padres, ni con sus hermanos. Algunos no salen de su habitación ni para comer en familia.

Natalia.- Sí, algunos padres se sienten tranquilos y dicen: ¡Mis niños son muy buenos, no salen de casa! Y no se dan cuenta que se les han escapado por la ventana del ordenador, hacia un mundo insolidario, egoísta.

Triana.- Jesús, no quiero apartarme de tu mano. Como Buen Pastor, me conoces, conoces mis torpezas. También tengo muchas alegrías: ayúdame a compartirlas con mi familia y mis amigos.

Fernando.- Para que quiero saber mucho inglés, o música, o baile ¡si no sé amar! En la catequesis nos enseñan a vivir en comunidad, en familia, y que las cosas más importantes no cuestan dinero.

Lucía.- La catequesis no sólo es para los niños. Aprender a convivir debemos de aprenderlo en familia. La catequesis para padres y jóvenes que tenemos en la parroquia son signos de vida y comunidad.

Natalia.- ¡Recordad! La Primera Comunión no es una fiesta de despedida. ¡Es una fiesta de bienvenida para participar de la mesa de Jesús! No nos dejéis nunca sin este maravilloso tesoro. Y si los padres estáis muy ocupados, ¡que nos traigan los abuelitos!