1-5-2020
Hay una palabreja que viene repitiéndose
a cada momento y veo que hasta el obispo la utiliza como algo “normal”.
Yo estaba pensando que sería uno de
esos términos que esta gente suele soltar para camuflar otra idea, como suelen
hacer a cada momento jugando con el lenguaje, pareciendo decir una cosa cuando
en el fondo están sosteniendo otra, a la que le han denominado con otro termino,
que parece decir otra cosa pero que va por otro lado muy distinto. Pongamos algún
ejemplo: se habla de salud reproductiva o de interrupción del embarazo, como si
fuera algo que puede retomarse después o de algo que nos va a llevar a una
fertilidad más sana… cuando de lo que se está hablando es de asesinar a un
feto. Pero este lenguaje solo se emplea para el ser humano, no para los
animales.
Desde que empecé a oír esta palabra me
sonaba muy mal, porque si es “nueva” como puede ser “normal”, pues una cosa
“Normal” es la que ha sido impuesta por una norma dada, que ha llegado a
aceptarse como algo bueno, de forma que se considera como lo correcto y lo que
todo el mundo asume sin discusión, de tal forma que se acepta como algo
“Normal”.
Pero aquí se han saltado todas las
aceptaciones y todo el proceso y de golpe y porrazo se impone una “NUEVA
NORMALIDAD”.
Llevo unos días leyendo algunas fuentes
y me estoy dando cuenta que no es invención de nuestros políticos, sino que es
un lenguaje que está cogiendo su carta de ciudadanía en muchos estamentos de
distintos lugares y grupos: llámese ONU, OMS, llámese Foro de S. Paulo… etc. y
todos sabemos por dónde va esta gente.
Pero lo curioso es que todos hablan de
la “Nueva Normalidad” pero nadie dice cómo es esa normalidad, ni quién va a
imponer la nueva norma, para que se convierta en “normal” y qué es lo que se
pretende con ella.
Porque en ese caso, cualquiera de
nosotros podría poner su “norma” e imponérsela a todo el mundo para que la
asumiera y se convirtiera en normal; incluso ese proceso se puede dar, o porque
sea algo completamente natural, o impuesto por la fuerza…
¿Cómo será entonces, esa “Nueva
Normalidad”? ¿Quién la va a determinar o imponer? ¿Qué principios va a sostener
y que nos obligue a todos a aceptar como algo “normal”? ¿Qué se pretende con
ella?
De hecho acabo de leer un artículo en
donde se habla un poco de todo esto y donde el autor aboga por algo así como
que la tierra es un ser vivo cuyo miembro consciente es el ser humano, por
tanto, cualquier problema de la tierra es un problema de todos y la solución ha
de ser de todos, para lo que se necesita una cabeza única que coordine y todos
los demás se sometan sin rechistar; es decir un gobierno mundial con una
ideología única y una normativa única a la que todos se sometan. No puedo
evitar el traer a mi mente a Robert Hugh Benson con su novela “Señor del Mundo”
en donde prevé a principio del siglo XX (1903) el nuevo orden mundial que lleva
a la apostasía total bajo una sola autoridad.
El problema está en quién establece la
“ norma” y bajo qué criterios lo hace, porque en el mismo artículo ya se apunta
de pasadita la “sobrecarga de personas mayores que vienen a ser como células
envejecidas que suponen una especie de enfermedad para la tierra”; algo que
hemos venido oyendo todo este tiempo y que se viene soltando sin darle mucha
importancia y vuelvo a escuchar como el eco de aquel día hace 25 años en que en
el aula de la universidad el conferenciante nos
decía a todos los asistentes que en los planes de los dirigentes
mundiales estaba el reducir la población en este siglo de los 7 mil millones a
mil doscientos. Recuerdo que nos quedamos todos como a quien le vuelcan un cubo
de agua helada.
Pero las antenas se vuelven a poner en
estado de alerta, cuando examinas despacio y ves cómo van dándose pasos y los
vamos aceptando con una alegría impresionante, de tal forma que los vamos
viendo “normales”: el aborto, la eutanasia, la esterilización, la
homosexualidad, la ideología de género… todo está orientado al extermino de la
raza humana, haciéndola estéril… y lo estamos asumiendo como algo que, incluso,
decimos que va en beneficio del ser humano.
La pregunta que me surge es la
siguiente: lo normal es que el ser humano, como todos los seres vivientes, se
multiplique, viva y sea feliz en armonía con la naturaleza… si eso no se está
haciendo es que algo está fallando; a este fallo, yo lo llamo: “La humanidad
está enferma” y lo “normal” es que se cure y la única medicina que desde el
origen de la existencia del ser humano existe, es ponerse en conexión con su
creador que estableció unos principios naturales, que son los grandes valores absolutos
que se convierten en referentes objetivos, a los que el hombre ha ido
acomodando su conducta en la tierra para poder vivir en convivencia pacífica
con sus vecinos y con el planeta.
Esos principios no han sido impuestos
por ninguna ideología política, sino por la misma naturaleza y existieron miles
de años antes de que el redactor del libro del Deuteronomio o del Éxodo los
fuera recogiendo, como principios normativos de las relaciones entre los
hombres; y Moisés se los dio resumidos a su pueblo como las normas dictadas por
Dios en la misma naturaleza, que después la humanidad los ha venido llamando
MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS.
Pero ahora parece que alguien quiere
una “Nueva Normalidad” que no está basada en la misma naturaleza, sino en la
economía de mercado y en la avaricia de apoderarse de todos los bienes de la
tierra y someter a sus órdenes a los súbditos que ellos han determinado que
existan, apropiándose incluso de su voluntad, que para eso ya puede hacerse con
las nuevas tecnologías y la biogenética: al final resultaría Aldous Huxley como
uno de los grandes profetas del siglo XX (1894-1963) lo malo es que la profecía
termina diciendo que el día que esto ocurra, la humanidad habrá terminado de
existir sobre la tierra.