ANTE LA PILDORA DEL DIA DESPUES (PDD)




REFLEXIÓN DE UNA MADRE "DE A PIE"



Querido Melitón:
Seguro que ya te habrás enterado de la “buena noticia” que nos ha dado la Ministra de Sanidad. Cuando en el telediario del mediodía la oigo decir que la píldora del día después se puede comprar en cualquier farmacia, sin receta, y por cualquier persona, no importa la edad. La verdad es que me quedé atónita, porque para un Adiro (ácido acetil salicílico), que corresponde a la antigua aspirina infantil, haya que llevar receta, y para la píldora no, a pesar de los posibles efectos secundarios.
También dijo que no se debía considerar como un método abortivo. Entonces fue cuando flipé. Si no sabe que es un método abortivo y tampoco los graves efectos secundarios que puede ocasionar, ¿qué hace esta señora de Ministra de Sanidad?
Por la tarde estuve hablando con una sanitaria que ha estado en urgencias y me comentaba que los fines de semana iban niñas a mogollón a pedir la píldora, las menores con su padre o madre, y se les daba, además de la píldora, un papel advirtiendo de las posibles consecuencias. Significando especialmente que no se podía tomar a menudo. ¿Crees que una niña de 13 ó 14 años sabrá lo que quiere decir efectos secundarios en el caso de que lea el prospecto?.
Menos mal que aún tenemos, gracias a Dios, médicos con verdadera vocación que luchan por la vida de las personas, por avanzada que sea su edad, sin importarles los incentivos que perciben por alta que dan.
Pero hay otros que dejan mucho que desear. Sólo hay que pasarse por urgencias, y ver la sala de boxes por la mañana y al mediodía -prácticamente al completo- y vuelves al llegar la noche y sólo quedan 3 ó 4 enfermos. Se nota que tiene buenos discípulos la señora Ministra y el señor “don dinero”, pues curan que es un gustazo por la rapidez del alta. Claro que al otro día hay enfermos que tienen que recurrir de nuevo al 061 por un nuevo infarto, más virulento… pero ya es “otro caso” para la estadística. Menos mal que en el caso de mi madre fue Dios el que acudió, según nos afirmó el propio médico que la atendió, porque se reconoció incapacitado por sí mismo para hacerla remontar. Sin embargo, el encargado de los boxes, quería darle de alta de nuevo a las tres horas como el día anterior. Bueno ya sabes la historia, mi madre vive gracias a Dios y a otros médicos que no siguieron la pauta del primero. Esos verdaderos profesionales que cumplen con su juramento hipocrático y con su conciencia.
Un fuerte abrazo.
Esperanza