Dijo Jesús: “Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: “Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí, se salvará y podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tenga abundante”. (Jn. 10, 1-10)
DIÁLOGO
Pablo.- “Yo soy la puerta de las ovejas”. Hoy Jesús se compara como el “Buen Pastor que cuida y conoce a sus ovejas”, de quien debemos escuchar su voz y fiarnos.
Agustín.- Jesús vivía rodeado de sus discípulos, indicando la importancia de la unidad, siendo su Maestro, y su guía: ¡El Pastor que siempre ama a su rebaño!
Lucía.- ¡Ya entiendo! De su idea de vivir en unidad, nació la Iglesia, su iglesia a la que todos los que le amamos, pertenecemos, y en la que Él es el centro, y su reino, nuestra esperanza.
Jorge.- Alejarte de la iglesia, es alejarte un poco de Cristo, es empezar a olvidarle, es desunir lo que Él unió. ¡Lejos de Jesús, te vuelves: Solitario, insolidario y duro de corazón!
Pablo.- Unidos en torno a Él, para vivir el reino del Dios Padre. ¡Pero cuidado!: No un reino de mirones y conformistas, que formen una iglesia sin compromiso con la sociedad.
Agustín.- Jesús no sólo quiere que seas miembro de la iglesia, ¡”Quiere que vivas la iglesia”!, que seas un trabajador de su iglesia, imitando su propia entrega.
Lucía.- Tu compromiso para buscar la justicia social, ¡Esa es la iglesia de Cristo! Para formar un mundo donde no se tenga que viajar en patera para encontrar la dignidad.
Jorge.- Para formar un mundo donde se viva en la tierra que trabajas, y no tener que correr de los traficantes de armas y droga.
Pablo.- La Iglesia de Cristo, donde se denuncie el aborto salvaje, donde se trabaje por un sueldo digno, donde la mujer deje de ser la esclava, y exista respeto por la familia.
Agustín.- ¿Y tú, conoces la voz de Jesús, nuestro Pastor y guía? ¿O quizás te escondes detrás de los poderosos, que te invaden con buenas palabras?
Lucía.- Los ladrones de voluntades, no entran por la puerta, y prefieren que estemos tranquilos, donde nos puedan controlar con sus discursos.
Jorge.- ¡Jesús, SÍ entra por la puerta! Su Palabra es Verdad. ¡Escúchala! Vive abrazado a Jesús y a su mensaje. ¡Hay mucho por hacer, hay mucho por cambiar, hay mucho por mejorar! Pero unidos, como Jesús enseñó a sus apóstoles.