Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que les llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: “Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos, acudíos el polvo de los pies, para probar su culpa”. Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
DIÁLOGO
Triana.- El Evangelio de hoy nos narra cómo Jesús reunió a los doce apóstoles y los envió de dos en dos, para llevar su mensaje de paz al resto del mundo
Fernando.- ¡Qué decisión más fuerte tomaron sus discípulos, irse sin nada a cuestas, a la ventura, sólo esperaban que el mensaje de amor que llevaban, les abrieran las puertas y los corazones de las personas!
Ana.- ¿Cómo crees que reaccionaríamos hoy en día? Que si la ropa de verano, que si la ropa de invierno, las cremas, los desodorantes, que si la tarjeta de crédito, el móvil, el portátil.
Irene.- ¡Para, para, para!, que me parece que no va por ahí la cosa. Los jóvenes de hoy, también sabemos cómo llevar el mensaje de Jesús.
Triana.- Leyendo su Palabra y poniéndola en común para empaparnos de su mensaje.
Fernando.- Compartiendo su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía para sentirnos familia para sentirnos Iglesia.
Ana.- Llevando un soplo de ánimo al triste y al abatido, nuestros brazos al que está caído, nuestra ilusión y alegría allí donde reine la tristeza.
Irene.- Somos vuestra juventud, la juventud de la Iglesia. Somos gente divertida, pero también somos gente trabajadora y responsable. Creemos en la familia, creemos en un mundo distinto al materialista.
Triana.- Pero Jesús les dio autoridad.
Fernando.- Las personas pierden la autoridad cuando dicen una cosa y hacen otra.
Ana.- Nosotros, para no perder autoridad de nuestras palabras, debemos de vivir en cada instante de nuestras vidas el mensaje del Evangelio.
Irene.- Tus pensamientos, tus palabras y tus actos, deben ser coherentes, y deben de reflejar el Amor que Jesús nos esparce en su mensaje.
Triana.- Jesús los envió de dos en dos. Pues bien, hoy Jesús nos ha enviado a la parroquia Nuevas Cristianillas.
Fernando.- La Superfiesta es celebrar un Bautizo. La entrada de un nuevo cristiano en nuestra comunidad.
Ana.- Y educarlas en la Palabra de Jesús.
Irene.- También damos nuestra bienvenida a los jóvenes que conviven en los campos de trabajo de verano, repartidos en todo el mundo, con el único objetivo de mejorar el mundo.