Monición de entrada. Domingo 5º del T.O., Ciclo “A”, MISIÓN DE LOS DISCÍPULOS: ANUNCIAR EL EVANGELIO


Dijo Jesús a sus discípulos: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿Con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo”. Mt. 5, 13-16



DIÁLOGO

Lucía.- “Vosotros sois la sal de la tierra”. ¡Esa es la misión que Jesús encomendó a sus discípulos! Que nuestra vida sea como la sal, trasmisora de la alegría de la Palabra de Jesús.

Ana.- Jesús te dice que rompas con la soledad, con la rutina que provoca tristeza de espíritu, te dice que vivas con la esperanza de encontrarte abrazada a Él.

Jorge.- ¡Pero fíjate bien! Otra vez se lo dice al grupo, a la comunidad. Amar es compartir, “Pero si vives en soledad”: ¡Poco vas a compartir! ¡Poca sal vas a repartir en tu vida!

Pablo.- ¡Todo no es hablar tú con Jesús! También tienes que escucharle tú a Él, y entonces te dirá que lo busques en el emigrante, en la mujer maltratada, en el niño que no siente el cariño de sus padres.

Lucía.- Los hijos, necesitamos saber muchas matemáticas e inglés, pero también necesitamos aprender a amar y compartir nuestro tiempo, ¡Porque si no: La familia se volverá SOSA! Sin alegría.

Ana.- Jesús te da esa opción. ¡Es el maestro del amor! porque vive en el amor. El amor rompe las ambiciones, la avaricia, la violencia. ¡La Violencia es la ausencia de Jesús! ¿Cómo quieras que viva sin Jesús en mi corazón?

Jorge.- “Vosotros sois la luz del mundo”. ¡Otra inyección de fuerza para sus discípulos! El que sigue a Jesús no puede ser mediocre, no puede esconderse ante los problemas.

Pablo.- Aprende con Jesús a ser “Generoso” y alumbrarás a la Caridad. Aprende con Jesús a buscar “La Justicia” y alumbrarás a la Verdad

Lucía.- La falta de luz esconde “A la falsedad”, encumbre “A la hipocresía” ¿Esa es lo que te hace feliz? Las obras buenas, son la mejor antorcha para guiarte en la vida.

Ana.- ¡Vigilad, para que no se apague nunca vuestra luz! Cada domingo hay que recargar las pilas de nuestra linterna, participando en la Eucaristía.

Jorge.- ¡Pues manos a la obra! Y cuidado con la pereza, o con cambiar a Jesús por la viodeoconsola: “Son fuertes vientos que apagan tu luz” ¡Hay tiempo para todo!

Pablo.- “La Luz y la Sal”, son buenos ingredientes para ser encontrar la felicidad. Llévalas a tu casa, a tu colegio, a tus amigos. ¡Y la gente verá en ti a JESÚS!