Dijo Jesús a sus discípulos: “Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o al contrario, se dedicará al primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos como crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿Np hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura- Por tanto no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos” (Mt. 6, 24-34 )
DIÁLOGO
Lucía.- Jesús nos plantea una reflexión sobre nuestra forma de vivir y nuestra forma de amar: ¿Cuánto estamos atados a las cosas materiales? ¿Quién es nuestro verdadero Dios?
Ana.- Presumimos de ser libres y estamos esclavizados a la sociedad de consumo donde, para ser feliz ¡siempre tienes que tener más!
Jorge.- El coche más grande, el móvil más caro, el armario más lleno de ropa, la consola más “súper”... ¡y el cerebro más lleno de pájaros!
Pablo.- Nos dicen que la felicidad está en lo que NO TIENES y, cuando lo consigues, ¡ya hay otra cosa mejor!
Lucía.- Vivimos en el mundo “zaping” de la insatisfacción, “donde siempre llegas tarde para ser feliz”. ¿Cuándo vas a parar esa locura de vida?
Ana.- Los padres debéis de enseñarnos a saborear las cosas pequeñas que nos rodea: si tengo muchos juguetes y te pido uno más ¡slgo no funciona!
Jorge.- Jesús vuelve a marcarnos un camino sin agobios, nos invita a compartir el tiempo con la familia, a disfrutar de los padres, de los abuelitos, de los amigos.
Pablo.- ¿Para qué ganar tantos dineros si no los podemos disfrutar con vosotros? Agarraos a Jesús y nos llevará al Dios de la Paz, y con la paz encontraremos la justicia.
Lucía.- No vivamos agobiados. Para llegar a Dios ¡no hace falta mucho equipaje!, ni mucha fortuna: solo preocúpate de amar y allí encontrarás a Dios.
Ana.- Si estás agobiado por acumular riquezas, vivirás atormentado, generarás violencia y serás esclavo de la tristeza. ¡Poco vas a ayudar a los demás!
Jorge.- Cuando aprendas a saborear el aire que te acaricia la cara, el sol que te saluda cada día, cuando arranques la sonrisa a un enfermo, cuando llenes de esperanza a un drogadicto, estarás cerca de Dios.
Pablo.- ¿Y tú, a qué Dios sirves ahora: al dinero o al Amor? Jesús nunca pidió nada para Él, todo lo dio para ti, ¡hasta su vida! Confía en Jesús: merece la pena.
