Sodoma y Gomorra
Abraham: Los hombres que estuvieron en mi casa se dirigieron hacia Sodoma. Yo estaba todavía delante del Señor.
Christian: (Cristiano o seguidor de Cristo): Amigo Abraham: He leído en Gn.19 todo lo concerniente al degenerado e inaceptable comportamiento de los habitantes de Sodoma. Ya me habías dicho que el Señor te había comunicado que "las quejas contra Sodoma y Gomorra eran muy grandes, y su pecado, muy grave". (Gn. 18,20.).
Abraham: Cierto. El Señor estaba muy dolido, ya que los sodomitas habían intentado abusar de los hombres (ángeles los llama el texto bíblico) que, con tanta alegría y cuidado, había alojado en su casa mi sobrino Lot.
Christian: Con mucha atención he leído cómo, al llegar, por la tarde, los que habían estado en tu tienda, Lot les rogó con mucha insistencia, que se quedaran en su casa aquella noche. Asintieron, les preparó la comida y, llegada la noche, se acostaron. (Leer Gn. 19).
Abraham: Amigo entrañable: Yo también me conmuevo cuando recuerdo con qué pena y rabia me contó mi sobrino lo que pretendían los sodomitas: cómo rodearon la casa desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo sin excepción; llamaron a voces a Lot y le dijeron: "Saca a los hombres para que abusemos de ellos".
Christian: Y, claro, Lot se negó y les rogó, por favor, una y mil veces, que no hicieran tal maldad.
Abraham: Mi sobrino hizo más: les ofreció a sus dos hijas que aún no habían conocido varón, con la petición de que a aquellos hombres no les hicieran nada. Y forcejearon con Lot, de tal modo que estaban a punto de romper la puerta.
Christian: Pero los hombres (nos dice el texto), alargaron las manos, tiraron de Lot hacia adentro de la casa, cerraron la puerta, y a los hombres que estaban a la entrada de la casa les dejaron deslumbrados desde el chico hasta el grande, y mal se vieron para encontrar la entrada.
Abraham: Y aquellos hombres (ángeles) dijeron a mi sobrino Lot: "Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a quienquiera que tengas en la ciudad, porque vamos a destruir este lugar".
Y como Lot se remoloneaba, los hombres le asieron de la mano lo mismo que a su mujer y a sus dos hijas (por compasión de Yahveh hacia él), y sacándole los dejaron fuera de la ciudad.
Christian: Hay que ver cómo es Dios. Se compadece de Lot y de su familia hasta el punto de salvarlos de la muerte segura, pero seguiremos el próximo día.