Monición de entrada. Domingo 27º del t.o., ciclo B. El divorcio. Jesús y los niños





DOMINGO 27 del T.O.
Se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?". Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?". Contestaron: Moisés permitió divorciarse dándole a la mujer un acta de repudio". Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre". En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio". Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de los Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no estrá en él". Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

DIÁLOGO
Triana.- Buenos días a todos. En el evangelio de hoy, Jesús nos ayuda a que seamos fuertes a la hora de mantener la unidad de la familia. También le da mucha importancia a la presencia de los niños en su reino.

Fernando.- Mi abuelita dice que para mantener unida a la familia, se necesita mucho amor, y que no debemos de caer en la rutina, debemos de amar en cada instante.

Ana.- Pues a mí me han enseñado en la catequesis que Jesús es una fábrica de amor. Entonces, si estamos unidos a Él, ¿podremos conseguir mantener unida a la familia, verdad?

Juan .- Claro que sí, pero acercarse a Jesús no es cosa de mamás o de abuelitas. Queremos que los papás y los abuelitos, reciban ese amor que Jesús nos reparte.

Triana.- Jesús, yo te he sentido muy dentro de mi, eres mi tesoro. Quiero compartirte con toda mi familia, esa a la que tanto quiero.

Fernando.- A vosotros, nuestras mamás y nuestros papás, os decimos que necesitamos de vuestra compañía, necesitamos de vuestras palabras, necesitamos que nos escuchéis.

Ana.- Por favor, no nos dejéis tanto tiempo solos en nuestra habitación: nos podemos acostumbrar a hablar solos, o con gente que no conocemos, por Internet.

Juan.- O jugando solos con las máquinas. Aunque parece que estamos contentos, al final nos deja vacíos y nos creemos que nuestra obligación es sólo la de jugar, solos.

Triana.- Jesús, a nosotros los niños y los jóvenes nos haces un hueco muy importante en tu Reino de amor, ayúdanos a estar siempre a tu lado.

Fernando.- Para estar cerca de Jesús necesitamos de vosotros, nuestros padres, necesitamos que nos traigáis a la parroquia. No es un tiempo perdido: nos estáis ayudando a crecer como personas. ¿O es que eso no es importante para vosotros?

Ana.- Jesús dice que tienes que ser un niño para estar con Él. Eso quiere decir que vengas sin maldad, sin rencor, con un corazón limpio, con ganas de servir al que lo necesite.

Juan.- En la parroquia no se busca el dinero, aquí encuentras la felicidad, aquí se aprende a vivir en paz con los demás. Si rezas y hablas con Jesús, aprenderás a amar.