Monición de entrada. Domingo 1º de Cuaresma, Ciclo C, Lc. 4, 1-13


Jesús, lleno de Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: “Si eres Hijo de Dios, dile a esas piedras que se conviertan en pan”. Jesús le contestó: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre”. Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo, y le dijo: ”Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo”. Jesús contestó: “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y al él sólo darás culto”. Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”. Jesús le contestó: “Está mandado: No tentarás al señor tu Dios”. Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.


DIÁLOGO
Triana.- El Miércoles pasado fue el “Miércoles de Ceniza”, el principio de la Cuaresma. La Cuaresma nos recuerda los 40 días que Jesús pasó orando en el desierto, antes de vivir su Pasión.

Fernando.- La Cuaresma es un tiempo que te invita a que te pares un poco a pensar en la vida rutinaria que llevamos ¡Todo el día corriendo de acá para allá solamente porque toca!

Ana.- Jesús se fue al desierto para hablar con el Padre Dios. El desierto simboliza que debemos de apartarnos de las comodidades y de las cosas materiales para poder encontrarnos con Dios.

Irene.- Por apartarse, se alejó hasta de la comida, de ese trozo de pan de cada día. Nos quiere recordar que para llegar a Dios, el mejor alimento es “La Palabra”, escrita en sus Evangelios.

Triana.- ¡Jesús! Al final de tu retiro de oración y ayuno recibiste la visita del diablo. Pero estabas bien preparado ¡Estabas lleno del amor y de la fortaleza de Dios!

Fernando.- El diablo tentó a Jesús a que convirtiera las piedras en pan ¿Cuántas veces convertimos al dinero y al lujo en nuestro alimento? ¡Cuidado, puede convertirse en tu Dios!

Ana.- El diablo tentó a Jesús para que lo adorara a cambio de darle poder ¿Cómo utilizamos hoy el poder: para sentirnos superiores a los demás o para ponernos al servicio de los demás? ¡Cuidado, si el poder te puede, te convierte en su esclavo!

Irene.- El diablo le intentó engañar por tercera vez: “Si eres Hijo de Dios, tírate, y los ángeles te cuidarán de ti” ¿De que nos sirve nuestro puesto de trabajo? ¿Nos vuelve orgullosos y engreídos? ¿Miramos a los demás con desprecio?

Triana.- Jesús, la mayor tentación que me da la comodidad es el creer que puedo vivir sin Ti. Nunca me dejes que me aleje de tu Amor.

Fernando.- Acércate a Jesús, no para buscar el milagro, sino para buscar la verdad y la justicia.

Ana.- Acércate a Jesús, no para buscar el poder, sino para buscar la entrega a los demás.

Irene.- Los tres pilares de la Cuaresma son la oración, el ayuno y la limosna. Construye tu vida en torno a Jesús. Si buscas la paz, encontrarás a Jesús.