El profesor de Antropología Andrew Oitke publicó un libro titulado “Mental Obesity” (Obesidad Mental) que produjo una conmoción a varios niveles sociales; en dicha obra sostiene que el peor problema de la sociedad moderna es justamente éste: la “Obesidad Mental”. Y lo explica así (hago un resumen de los puntos más importantes):
- Hace una observación de cómo la sociedad occidental, hace ya unas décadas, tomó conciencia de lo peligroso que podía resultar el llevar una alimentación sin control y cargada de grasas e hidratos de carbono, dando por resultado una obesidad malsana que podía dar lugar a un sin número de enfermedades.
- Ahora estamos dándonos cuenta de un problema similar y no menos grave: estamos tomando conciencia de los abusos que se están cometiendo en el campo de la información y del conocimiento, que están dando como resultado un embotamiento de la mente.
- “Nuestra sociedad está más abarrotada de “pre-conceptos” que de proteínas; más intoxicada de “lugares comunes” que de hidratos de carbono; la gente está viciada de estereotipos, de juicios apresurados, de pre-juicios, de pensamientos tacaños, de condenas precipitadas; todos opinan de todo, pero no saben de nada".
- Los cocineros de esta gran “ensalada” son los periodistas, los comentaristas, los editores de la información, los filósofos, los guionistas de cine... los políticos.
- Los telediarios, los noticieros de la radio son los restaurantes y las hamburgueserías del espíritu; las revistas, los anuncios y las telenovelas son los “donuts” (postres) de la imaginación.”
- El gran problema de base de esta enfermedad, los pone en la familia y en la escuela: “Cualquier padre responsable, sabe muy bien que sus hijos se enfermarían si comieran solamente dulces y chocolate, aunque les guste mucho. No se entiende, entonces, que tantos educadores acepten que la dieta mental de los niños esté compuesta por dibujos animados, videojuegos y telenovelas, con una carga tan tremenda de adrenalina, de sexo, de violencia, de romance y de emoción, que es normal y lógico que esos jóvenes no puedan conseguir después una vida saludable y equilibrada”.
- Donde arma un formidable escándalo es cuando pone el dedo en la llaga y denuncia la situación en la que están metidos todos los profesionales de la información: el capítulo donde habla de ellos lo titula “LOS BUITRES”, con cuyo título ya está diciendo bastante, en él afirma: “El periodista se alimenta hoy casi exclusivamente de cadáveres de reputación, de detritos (masas descompuestas), de escándalos, de restos mortales de realizaciones humanas...”
- “La prensa actual dejó hace mucho de informar, para dedicarse a seducir, a agredir y a manipular la información siempre al servicio de sus “amos”.”
- El texto describe cómo los reporteros se desinteresan de la realidad para centrarse solamente en el lado chocante y polémico de las cosas, distorsionando la realidad, sacando las cosas de contexto para que creen polémica... “Solo la parte muerta y podrida de la realidad es la que llega a través de los periódicos”.
- Otros casos referidos muestra cómo crearon conmoción y quedaron en el pensamiento, sin que fueran verificados, pero todo el mundo habla de ellos como si fueran realidades de las que todos han tenido la experiencia y van creando un tipo de sociedad desinformada e incapacitada para tener una opinión propia y correcta de la realidad, ya que es imposible conocer la verdad, consiguiendo que la gente llegue a negar lo que es evidente y hasta haya que explicarlo, porque todo tiene el color, no ya del cristal con que se mira, sino del cristal de quién lo hace o del que lo percibe.
- “Ha aumentado el conocimiento de las personas, pero solo referente a sus banalidades; todos saben que Kennedy fue asesinado, pero no saben quién fue Kennedy; todos dicen que la Capilla Sixtina tiene techo pero nadie sospecha siquiera para qué sirve; todos creen que Saddam Husseim fue muy malo y que Mandela es muy bueno, pero nadie conoce la realidad de ninguno de ellos ni pone en duda su opinión; todos conocen que Pitágoras tiene un teorema, pero ignoran lo que es un cateto...”
- La obra es un ataque fortísimo al sistema actual y a donde se ha llegado. Termina con unas conclusiones que son muy fuertes y contundentes:
- No sorprende que en medio de la prosperidad y la abundancia, las grandes realizaciones del espíritu estén en decadencia...
- La familia es discutida, la tradición olvidada, la religión abandonada, la cultura se ha banalizado, el folklore está en caída libre, el arte es fútil, paradojal, enfermizo...
- Florece la pornografía, la charlatanería, el chismorreo, la imitación, la insipidez, el egoísmo, el pasotismo... que es lo fácil y superficial.
- Todo esto no son más que manifestaciones de una sociedad cadavérica, acabada. No se trata ya de una decadencia, de una sociedad de las tinieblas o del fin de una civilización, como tantos pregonan; simplemente se trata de una cuestión de “obesidad”.
- El hombre moderno está “adiposo en el raciocinio, en los gustos y en los sentimientos; el mundo, pues, no precisa de reformas, de desarrollo, ni de progresos, que los tiene en abundancia, sino simplemente, está necesitado de una buena dieta mental”.