Monición de entrada. Domingo 2º de Adviento, ciclo B, "PREDICACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA: PREPARAD EL CAMINO AL SEÑOR"

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: “Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino”. Una voz grita en el desierto: “Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos”. Juan Bautiza en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel salvaje. Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pro él os bautizará con Espíritu Santo”. Mt. 1, 1-8 (04-12-2011)

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 8

2º relato de la creación; (a). Gn. 2, 4b-25

P: Prometiste hacer hoy algunas reflexiones sobre cómo Dios creó al hombre con el barro de la tierra.

R: Sí, ya recuerdo. En primer lugar te garantizo que Dios no creó al hombre como aparece en este segundo relato de la creación. Dios no tiene manos ni es un alfarero al estilo del ser humano. Lo importante es creer que también el hombre procede Dios por creación. Pero no es esta la reflexión que te prometí.

Monición de entrada. Domingo 1º de Adviento, ciclo B, "INVITACION A LA VIGILANCIA, PARA LA VENIDA DE CRISTO"

Dijo Jesús a sus discípulos: ¡Mirad, vigilad: Pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer o a medianoche, o al canto del gallo, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!” (Mt. 13, 33-37)

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 7

2º relato de la creación; Gn. 2, 4b-25
Es preciso recordar que el segundo relato de la creación data del siglo X antes de Cristo. Por consiguiente es bastante más antiguo que el primero.

P: Ya recuerdo. El relato es mucho más simple, pero no es menos llamativo. “Dios hizo el cielo y la tierra pero, por no haber llovido, no había matorrales, ni hierba en el campo, ni había hombre que cultivara el campo. Hizo barro y con él modeló al hombre”. ¿No te parece demasiado infantil creer que Dios hizo al hombre de barro?

"Los imprescindibles", por Ana Cruz y Antonio García

En estos días nos ha visitado un matrimonio de Ecuador que conocimos hace muchos años y con los que hemos compartido parte de nuestra historia personal. Ella, Chela, desde que la conocemos ha estado dando su tiempo, sus recursos y su saber a las comunidades campesinas e indígenas de todo el Ecuador. Se ha dedicado sobre todo a acompañar los procesos de los grupos campesinos y de mujeres. Ha luchado codo con codo con sus dirigentes para conseguir mejoras para las comunidades rurales, ha enseñado a muchas generaciones a luchar por sus derechos, a valorar la tierra y a rescatar los conocimientos ancestrales, a sembrar y cuidar los cultivos andinos, a conocer las leyes que gobiernan su país y a poner en práctica lo justo de ellas, denunciando siempre lo injusto de las mismas. 

"Hay que expropiar a la Iglesia", por Melitón Bruque

Hay momentos en que ya se tensan los nervios demasiado y la prudencia se convierte en cobardía, pues quieres evitar discusiones y enfrentamientos que pueden acabar en la ruptura, por la intolerancia de algunos que raya en la agresión, en el insulto y en el atropello.

Estamos en momentos fastidiados, ya que aquí parece que solo cabe una opción y una opinión y todo lo que sea distinto, es fascismo, es resentimiento, es demonizable por uno y por otro lado y eso, en verdad, es el peor y más duro de los fascismos y despotismos, que impide que nos podamos sentar y hacer un análisis tranquilo y objetivo de la realidad que vivimos.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 6

P. : He leído Gn. 1, 26-31. Como te prometí el día pasado, tengo que hacerte algunas preguntas. Me ha llamado la atención ese “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, “varón y mujer los creó”.

R.: Lo primero de todo es ver cómo el género humano también viene de Dios por creación. Es verdad que la raza humana está toda ella sometida a las leyes de la evolución y que, por consiguiente, fueron descubriendo muy lentamente que superaban al resto de los animales, concretamente al de los simios. Pero en su origen está el Dios creador de todo. Esto es lo que nos dice la fe.

P.: ¿Y en qué sentido el hombre es imagen de Dios?

Monición de entrada. ÚLTIMO DOMINGO DEL AÑO LITÚRGICO, ciclo A, "CRISTO ES REY DEL UNIVERSO"

Dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”. Y entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también éstos contestarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermos o en la cárcel y no te asistimos?”. Y Él replicará: “Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. (Mt. 25, 14-30)

Monición de entrada. Domingo 33º del T.O., ciclo A, "LA PARÁBOLA DE LOS TALENTOS"

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “Un hombre, al irse de viaje llamó a sus empleados y les dejó encargados de sus bienes: A uno le dejo cinco talentos de plata; a otro dos; a otro uno; a cada cual según su capacidad. Luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y gano otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo con ellos y ganó otros dos. En cambio el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó al que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor”. Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en un banco, para que al volver yo pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt. 25, 14-30)

HACIA DIOS POR LOS CAMINOS DE LA BIBLIA, Nº 5

Primer relato de la creación

Hoy me vas a permitir que comparta contigo mis sentimientos. Ya lo hiciste tú el domingo pasado, pues ahora lo hago yo. Siempre que leo este primer pasaje de la creación, se despiertan en mi interior las vivencias de la Vigilia Pascua. Después de la bendición del fuego; después de que la luz del cirio pascual ahuyentaba las tinieblas de la noche; después del solemne canto del Pregón Pascual, el lector o lectora proclamaba la primera lectura, que es precisamente la del primer relato de la creación.

P: ¿Y qué es lo que sentías?

R: Una gran emoción. El Dios creador estaba allí, proclamando su poder, su grandeza, su sabiduría y, sobre todo, SU AMOR.

Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 4

Primer relato de la creación.
Hoy nos vamos a asomar al primer relato de la creación, que se encuentra en el capítulo 1º del Génesis hasta el capítulo 2º,1-5.

De antemano te digo que este primer capítulo es más reciente que el segundo, ya que éste data aproximadamente del siglo X, mientras que el primero procede del siglo V.

P.: ¿Hay alguna razón especial en el hecho de poner la narración más reciente antes que la más antigua?

R.: Pues no. Es posible que el autor sagrado tuviera las dos versiones encima de la mesa y pusiera una a continuación de otra, sin darle más importancia.

Monición de entrada. Domingo 32º del T.O., ciclo A, "LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ DONCELLAS"

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “El reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas de aceite y salieron a esperar al novio. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo! Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan nuestras lámparas”. Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde, llegaron también las otras doncellas, diciendo: “¡Señor, Señor, ábrenos!”. Pero él respondió: “Os aseguro: no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora. (Mt. 25, 1-13)

Monición de entrada. Festividad de todos los santos, ciclo A

Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: “Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichoso los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”. (Mt. 5, 1-12a)