Monición de entrada. Domingo 1º de Adviento, ciclo B, "INVITACION A LA VIGILANCIA, PARA LA VENIDA DE CRISTO"

Dijo Jesús a sus discípulos: ¡Mirad, vigilad: Pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer o a medianoche, o al canto del gallo, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!” (Mt. 13, 33-37)


DIÁLOGO

Irene.- El primer domingo de Adviento es el comienzo del año Litúrgico. Adviento es un tiempo de “Espera Activa”, de la Venida de Jesús. No te quedes con los brazos cruzados.

Jorge.- ¡Jesús recuerda que debemos vigilar! Sobre todo, lo que nos separa de Él, lo que nos separa del amor, de lo que nos separa de nuestra familia.

Carlos.- Estás a tiempo de cambiar tu forma de vivir. El Adviento no se prepara derrochando el dinero: Se prepara eliminando la violencia de tu vida, ¡y en eso, nos ayuda Jesús!

Lucía.- Vosotros, nuestros padres, debéis vigilad en amaros y respetaros mucho: ¡y nosotros aprenderemos a amar y respetar!

Irene.- El amor no es un recuerdo: ¡hay que mantenerlo vivo cada día! ¡Compartiendo nuestras alegrías y fracasos, nuestras dudas y nuestras ilusiones!

Jorge.- Y Jesús es un maestro en esas labores: ¡cada domingo, vivimos la entrega que hace por nosotros en la Eucaristía!

Carlos.- Jesús continuamente nos abre los ojos con sus palabras: ¿por qué no le hacemos caso? Tenemos derecho a la educación, a aprender a compartir, a tener a Jesús en nuestros corazones.

Lucía- ¡Tenemos derecho a ser felices!: Y para eso tenéis que educarnos con amor. Y tenemos el deber de compartirlo con todos.

Irene.- Sabemos que hay niños que no tienen para comer, y en casa se tira comida. Sabemos que hay niños que no tienen para vestirse y mueren de frío, y tenemos los armarios llenos.

Jorge.- Todos los niños del mundo tenemos deberes, pero también derechos: tenemos derecho a NO recibir todos los caprichos, sino a saber valorar lo que tenemos.

Carlos.- ¿Qué es nuestra familia? ¿Quizás un hotel donde no nos conocemos nadie? ¿O una casa fría, donde nos juntamos por obligación? ¿O tal vez un hogar donde compartimos tiempo y amor?

Lucía.- “Velad”: Jesús quiere nacer en nuestro corazón. Prepárale un hogar rodeado de paz, como su mensaje; sencillo, como su pesebre; amoroso, como la Virgen María; y comprometido a trabajar por la justicia, imitando a su propia vida.