Monición de entrada. Festividad de todos los santos, ciclo A

Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: “Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichoso los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”. (Mt. 5, 1-12a)



DIÁLOGO

Triana.- Hoy es una fiesta importante para la Iglesia. Es la fiesta de Todos los Santos. Jesús nos trazó el camino para llegar a ser Santo en el Sermón de la Montaña: LAS BIENAVENTURANZAS.

Fernando.- Agarraros bien al asiento: Jesús nos va a llevar por un abismo. Nos va a mostrar su bello y profundo corazón. Abrid los oídos a su Gran Plan, y a su Mensaje.

Ana.- ¡A quien le dé vértigo se puede sentar! Pero no os preocupéis, aunque parece que es un camino de locura, es el verdadero camino hacia la felicidad.

Irene.- Si tú eres buena gente y no te has dejado liar por los políticos, los egoístas, los comodones, y los que quieren que el mundo siga hecho una birria, ¡toma papel y lápiz y anota!

Triana.- Dichosos los Pobres de Espíritu. ¡Pero ojo al dato! Pobre para Jesús es el que ha elegido NO estar encadenado a nada material de este mundo. Con corazón generoso que confía en Dios y NO en el dinero.

Fernando.- Dichosos los que lloran. ¡Pero entérate bien!, se refiere a los que lloran por vivir en un mundo alejado de Dios, vivir en un mundo vulgar y rodeados del pecado, a los que ven lejos la luz del amor de Dios.

Ana.- Dichosos los sufridos y mansos. ¡Y apunta!: Jesús no se refiere a los débiles ni a los vencidos que todo lo aguantan, pero SÍ a los valientes que muestran con suavidad y amor su fortaleza interior. La fuerza crea, la violencia destruye.

Irene.- Dichosos los que tiene hambre y sed de justicia ¡Y no te dejes engañar!: ¡algunos mayores están locos! ¿Cómo pueden hacer leyes para poder matar a los niños en el vientre de su madre? No te calles: ten sed de justicia y diles que ¡NO!

Triana.- Dichosos los misericordiosos ¡No te confundas!: la pena no es misericordia. La misericordia es hija de Dios. La caridad es lo visible de tu amor a Dios.

Fernando.- Dichosos los limpios de corazón ¡Porque todo NO vale!: no vale ayudar para que te den una medalla. Ante Dios solo vale el hacer las cosas por amor, sin esperar nada a cambio.

Ana.- Dichosos los que trabajan por la paz.  ¡Graciosillo….!, no es para que te dejen en paz a tí para ver el fútbol: son los que buscan la paz en su casa, en el trabajo, en el mundo.

Irene.- Dichosos los perseguidos por causa de la justicia. ¡Ánimo! El Evangelio de Jesús es una revolución y nos quieren callar a los cristianos. Y nos quieren perseguir hasta que entremos por su aro. Ya sabes Jesús es la LUZ, y hay gente que necesita hacer las cosas a oscuras, ¡a escondidas! Para ellos, esa luz les quema.