DIÁLOGO
Carlos.- “Yo soy el Buen Pastor”. Con estas palabras, Jesús se pone a nuestra disposición: ¡El amor se pone al servicio del hombre!
Agustín.- El Buen Pastor, es aquel que cuida de sus ovejas, hasta dar la vida por ellas, como Jesús la dio: ¡Siempre lo tendrás a tu lado, siempre tendrá tiempo para estar contigo!
Ana.- El Buen Pastor, no pierde la paciencia. Y cuando alguna oveja es despistada o revoltosa, la abraza en su regazo, y la cuida desde más cerca.
Lucía.- Y si eres una cabra loca: ¡No te preocupes! “Jesús siempre espera que bajes de la montaña, y si no bajas, Él irá en tu busca”
Carlos.- “Señor” ¡Ten paciencia con nosotros! A veces, como las ovejas, “no levantamos la cabeza del suelo”. Solo pensamos en nosotros mismos, y el egoísmo nos aleja de tu amor.
Agustín.- Otros pastores son nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros catequistas, nuestro párroco. ¡Ellos lo dan todo, a cambio de nada!
Ana.- A vosotros nuestros pastores os pedimos: ¡No nos dejéis mucho tiempo solo! Porque ya sabéis: ¡La cabra tira para el monte! “Necesitamos de vosotros”
Lucía.- ¡Y en el monte!: Está la consola, la pereza, la televisión, el internet. Y pueden ser la fábrica de niños solitarios, egoístas. Amar se aprende conviviendo con las personas.
Carlos.- ¡Jesús! Pronto muchos niños, van a hacer su “Primera Comunión”. ¡Te pido que no sea la última! Queremos recibirte cada domingo en la Eucaristía.
Agustín.- Y no seáis torpes. ¡No es la fiesta de Despedida! Es la fiesta de “Bienvenida” Recibir a Jesús cada domingo “ES LA GRAN FIESTA”
Ana.- Y vosotros padres, no nos dejéis que nos invada la apatía, la pereza. Si queréis que la semilla de Jesús caiga en nosotros, traednos cada domingo a recibirlo.
Lucía.- ¡Y recordad!: Amar, no se aprende en los libros, ni está en las leyes de los políticos. “AMAR ES FRUTO DE VIVIR UNIDOS A LA FAMILIA Y A JESÚS”. Si te unes a la parroquia, te ayudaremos a conseguirlo.