Sobre la Prohibición de las Corridas de toros en Cataluña, por Rosa Díaz

 Solo ciento ochenta mil firmas han sido necesarias para modificar el art. 6 de la Ley de protección a los animales de Cataluña; sin embargo, un millón de firmas y cientos de miles de ciudadanos manifestándose, en todas las capitales españolas y en numerosas ciudades y pueblos, contra la nueva Ley del Aborto libre, no han sido suficientes para que en el Parlamento español se replantearan dicha ley.
El problema está en el sufrimiento al que se somete al toro antes de morir...


PROHIBICIÓN DEL PARLAMENTO CATALÁN DE LA FIESTA NACIONAL

No me ha sorprendido la noticia, que saltaba a los medios poco antes del mediodía, de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.
Como voluntaria de Derecho a Vivir, sí que me siento indignada al comprobar que la modificación del art. 6, de la Ley de protección a los animales, aprobada por dicho Parlamento, por 68 votos, fue a iniciativa de una plataforma ciudadana respaldada por CIENTO OCHENTA MIL firmas de ciudadanos, alegando motivos de defensa de los animales.
Mi indignación, creo que está  justificada, cuando desde el año 2009, la plataforma ciudadana Hazte Oír y Derecho a Vivir, no ha parado de manifestarse en contra de la reforma de la Ley del aborto y se han presentado UN MILLÓN DE FIRMAS de ciudadanos en contra de la eliminación de seres humanos en el vientre de sus madres. Sin embargo, pese al clamor y demostración popular en contra de la masacre que desde el día 5 de julio, fecha de entrada en vigor la Ley, que exterminará a 500 niños al día y 200.000 año y pese a que ésta vulnera el art. 15 de la Constitución Española, que garantiza el derecho a la vida, así como la sentencia del T.C 53/1985, de 11 de abril, en la cual afirma dicho tribunal que la vida del nasciturus (el que va a nacer) es un bien jurídico que el Estado Español tiene la obligación de proteger. Se ve que a los diputados catalanes, les produce más repulsión la muerte en la plaza de un toro que el asesinato de un bebé en el seno materno.
Piden la prohibición de las corridas de toros en base al sufrimiento al que se somete al toro, a la saña con que se le lleva a la muerte y sin embargo, la monstruosidad que supone matar a un ser humano y las diferentes técnicas que se utilizan para ello parecen no producir un efecto , al menos, semejante. Me voy a permitir recordar, para todos aquellos que quizá no sepan, o para los que a base de  escuchar a los que con eufemismos y giros semánticos utilizados para racionalizar el aborto y presentarlo con algo que no se relaciona con acabar con una vida humana (interrupción voluntaria del embarazo, por ejemplo),los tipos de técnicas abortivas más usuales:




  • Inyección salina: después de extraer el líquido amniótico que hay dentro de la bolsa que protege al bebé, se introduce una larga aguja a través del abdomen de la madre y se inyecta una solución salina concentrada en la bolsa amniótica. El bebé ingiere esa solución que le produce la muerte pasadas doce horas por envenenamiento, deshidratación y hemorragia del cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde la madre comienza el parto y da a luz un niño muerto o moribundo, muchas veces en movimiento. Este método se utiliza después de las 16 semanas de embarazo.



  • Succión o aspiración: se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está desarrollando, así como la placenta y absorbe “el producto del embarazo”, o sea, el bebé, depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que no suele salir por el tubo de succión. Algunas veces, las partes más pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los países desarrollados se realizan de esta forma.



  • Dilatación y curetaje: en este medio se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la que se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz con la ayuda de un fórceps. Durante el segundo o tercer trimestre del embarazo el bebé ya es demasiado grande para extraerlo por succión; es entonces cuando se utiliza este método. 



  • Aborto de nacimiento parcial: este es el método más espantoso de todos. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo a su nacimiento. Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. Así, extrae parcialmente el cuerpo de la criatura, como si fuera a nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta, el abortista clava unas tijeras en la base del cráneo del bebé, que está vivo, y la abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro por succión. Esto hace que el bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación, extrae la criatura y la placenta.



  • Operación cesárea: este método es exactamente igual que una cesárea hasta que se corte el cordón umbilical, salvo que en vez de cuidar al niño extraído, se le deja morir.



  • Prostaglandinas: este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el aborto a mitad de la gestación y en las últimas etapas de éste. Su principal “complicación” es que el bebé a veces sale vivo. También puede causar graves daños a la madre.
    Quizás el que algunos presenciaran la práctica de cualquiera de estos métodos les haría reflexionar y posicionarse en contra del aborto. Confieso que sólo leerlo me ha producido náuseas y repulsión. Puede que alguien, ante la dureza de estas prácticas, prefiera pasar de largo y cerrar los ojos o, lo que es peor, aquellos que lo ven como una medida progresista y como un derecho de la mujer.
    ¿Entendéis ahora mi reacción ante la noticia de la prohibición de la “fiesta nacional”? Me enerva la forma que tienen los políticos de conculcar las leyes y atentados a la Constitución.