Descendientes de Abel. Fidelidad
P: He leído Gn. 4, 25 y todo el capítulo 5º del Génesis, en el que aparece la lista de los descendientes de Abel y me he quedado sorprendido con la edad de los patriarcas. ¿Puede tomarse eso al pie de la letra?
R: Ante todo he de decirte que, como habrás visto, los personajes que aparecen en la lista no son descendientes directos de Abel, sino de Set, es decir del hijo de Adán y Eva tenido después de que Caín matara a su hermano Abel.
P: Pues es verdad, por cierto que ahí se le atribuyen a Adán muchos años de existencia.
R: Cierto y entramos en el tema. Como norma general he de decirte que no hay que tomar el pie de la letra los datos que nos presenta este pasaje. Por fortuna son cada vez menos quienes entienden de manera natural e histórica la edad de los patriarcas.
P: Entonces, ¿es posible dar alguna explicación?
R: Parece claro que el mito bíblico trata de llenar el tiempo que se abre con el drama del paraíso y se cierra con el diluvio, pero esto no es compatible con la ciencia., pues, sumando las edades de estos personajes dan unos cuantos de miles de años, mientras que la ciencia habla de un millón aproximadamente.
P: ¿Y cuál es la interpretación mantenida hoy por los especialistas?
R: Pues mira, amigo: la edad de estos descendientes de Set, la ponen en relación con su fidelidad a Dios y su comportamiento. No perdamos de vista que los cainitas aparecen como los que extienden el mal en el mundo, mientras que los setitas aparecen como los agentes del bien, secundando el plan divino.
P: Con lo cual parece ser que los años son símbolo del premio que Dios otorga a los buenos (digámoslo así), según pensaban los antiguos.
R: Lo has entendido perfectamente. Cuando uno se pregunta: cuál es el mejor premio que aquellos hombres creían poder recibir de Dios, la respuesta es obvia: LA VIDA, que aquí se cuenta por años, pues hasta el siglo II antes de Cristo, el pueblo israelita no habrá descubierto la supervivencia en la otra vida. Para nosotros lo que nos espera no es solo muchos años de existencia sino la vida eterna. P: Pues es verdad.