LA GENTE PREGUNTABA A JUAN EL BAUTISTA
La gente preguntaba a Juan: “Entonces, ¿Qué hacemos?”. Él contestó: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo”. Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: “Maestro, ¿ Que hacemos nosotros?”. Él les contestó: “No exijáis más de lo establecido”. Unos militares le preguntaron: “¿Qué hacemos nosotros?”. Él les contestó: “No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con vuestra paga”. El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; Él tomó la palabra y dijo a todos: “Yo bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga”. Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.
DIÁLOGO
Triana.- Seguimos en tiempo de Adviento. En este tercer domingo, Juan sigue anunciando la llegada del Señor, y nos invita a preparar nuestros corazones.
Fernando.- Preparar tu corazón, es bien barato. No consiste en llenarte de cosas, sino de vaciarte de cosas.
Ana.- !Ya sabes! Si tienes dos túnicas o dos vestidos, regala uno a quien lo necesite.
Irene.- Seguro que siempre tiramos un poco de comida cada día en tu casa. Prueba a hacer menos comida. ¡Y esa que te ahorras repártela a los necesitados!
Triana.- Como veis es un plan perfecto para los tiempos de crisis que estamos viviendo.
Fernando.- Y en el trabajo y los estudios te aconseja que seas honrado. Tenemos que estudiar hoy para poder ayudar mañana a los demás.
Ana.- Si eres médica o enfermero, ten paciencia con los enfermos. ¡Ellos no quisieran estar malitos! Una sonrisa a tiempo y los curarás antes.
Irene.- Si eres maestro o maestra, ten paciencia con los niños. Necesitamos que nos habléis con entusiasmo: prometemos estar más atentos.
Triana.- Queda poco para que Jesús nazca. Si sólo hay luz en las calles, va a volver a nacer solo, tirado en cualquier acera.
Fernando.- La luz de tu corazón debe ser más potente que la luz de las calles. Así podrá nacer Jesús dentro de ti.
Ana.- Aprovecha estos días de vacaciones. Tienes mucho trabajo por hacer, debes llevar tu alegría a todo el mundo. Eso no cuesta dineros.
Irene.- Una idea es hacer una visita a tus abuelos y dejad que os cuente historias de su pasado. Debes animar a tus padres a compartir mucho tiempo con ellos. No viváis una Navidad en soledad. Para ser feliz no hace falta llenar la casa de tonterías.