Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 34


Los Patriarcas (Gn. 4,17-6,4)

P: La verdad es que, cuando he oído hablar de los patriarcas, sé que se refiere a unos personajes que aparecen en la Biblia, de los que muchos de ellos vivieron largos años. Desde luego el más conocido popularmente es Matusalén que, según la Biblia, murió a la edad de 969 años, pero nunca me he leído los pasajes que hablan de los patriarcas prediluvianos. 


R: De ellos nos vamos a ocupar hoy, y lo primero que te aconsejo que te leas las dos listas que aparecen: la de los patriarcas malos, descendientes de Caín (Gn. 4,17-24), y la de los buenos, descendientes de Abel, que es donde aparecen los que vivieron muchos años. (Gn.5,1-32). 

P: Te prometo leer esos textos, convencido de que, por la explicación que me das aquí, los entenderé muy bien. 

R: Nos vamos a ocupar primero de los descendientes de Caín, pero antes te diré que a estas listas se les llama también genealogías. 

Los datos que siguen los he tomado de la Biblia de Nuestro Pueblo (Biblia del Peregrino). Se refieren a los descendientes de Caín. Lo que pretendió el autor sagrado fue hacernos ver cómo el mal se fue extendiendo en el mundo por la descendencia de Caín. 

P: Entonces no se trata de una descendencia en sentido propio, sino más bien simbólica. 

R: Muy bien. De la nota de dicha biblia he tomado algunos datos del significado de los nombres: Henoc está relacionado con una ciudad que Caín está construyendo. 

P: Entonces, ¿es que la Biblia condena la ciudad? 

R: La Biblia no condena la ciudad por ser ciudad, sino por la estructura de injusticia que representaba. Allí estaba el poder imperial. A causa de ella, los empobrecidos de siempre sufrieron la exclusión, la opresión y la explotación inmisericorde. Irad, que significa “asno salvaje”, y que, tal vez, represente al poder opresor de los que acumulan terrenos y heredades. Lámec es el hombre de la violencia, y está en relación con quienes a al largo de la historia no han tenido escrúpulo alguno en derramar sangre y llenar la vida de llanto y de dolor. 

P: Hay que ver con qué precisión y de qué forma tan gráfica nos presenta una auténtica catequesis sobre el pecado. ¿Y que me dices de la descendencia de Abel? 

R: Tendremos que ocuparnos de ella el próximo día, para fijarnos en eso que llama tanto la atención de la gente. Dios premia, de alguna forma, a todos los que tratan de seguir siendo fieles.