Monición de entrada. LA ASCENSIÓN DE JESÚS. TIEMPO PASCUAL DOMINGO 7º CICLO “B”, Mc. 16, 15-20

Se apareció Jesús a los Once, y les dijo: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, los acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos”. Después de hablarles, el señor Jesús ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el señor actuaba con ellos y confirmaba la palabra con los signos que los acompañaban.
DIÁLOGO

Irene.- “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. El mismo día de la Ascensión, Jesús encargó esa hermosa tarea a sus discípulos.

Jorge.- En el monte Olivete, Jesús culminó su Resurrección, volviendo al Dios Padre, en cuerpo y alma, ¡como hombre y como Dios!

Lucía.- Pero la Ascensión no fue una partida. Desapareció de su vista y, unido al amor de Dios, ¡habita en los corazones de la buena gente!

Pablo.- Ahora nos toca a nosotros saberlo encontrar. ¡Pero no lo busques entre la gente acomodada, que se cruzan de brazos ante los problemas del mundo!

Irene.- Búscalo entre los misioneros, entre la gente solidaria y comprometida, entre las personas abatidas por la enfermedad.

Jorge.- A partir de nuestra Primera Comunión no podemos dejar que nadie haga nuestro trabajo, el de ayudar a todo el que lo necesite.

Lucía.- Es nuestra particular “Ascensión”, es nuestro encuentro con el Padre Dios, es el comienzo de nuestro compromiso.

Pablo.- ¡Pero solos no podemos! Necesitamos la ayuda de vosotros, nuestros padres, en quien tanto nos fijamos e imitamos.

Irene.- ¿La violencia o el amor? ¿La avaricia o la solidaridad? ¿El conseguir las cosas con robos y engaños o mediante el tesón, el esfuerzo y el trabajo?

Jorge.- ¿Qué queréis que aprendamos? ¿Qué sociedad queréis? Juntos podemos hacer el encargo de Jesús: ¡proclamar el Evangelio con nuestras obras!

Lucía.- ¡No es tarea solo de curas y monjas: es tarea de toda la comunidad! En la catequesis, se conoce a Jesús, y se aprende a amar. 

Pablo.- ¡Y no te quedes mirando al cielo! Jesús está entre nosotros. Y con la ayuda de la Virgen María, conseguiremos un mundo más justo.