Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Qué mandamiento es el primero de todos?”. Respondió Jesús: “El primero es: “Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor: Amarás al señor. Tu Dios, con todo tu corazón. Con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que éstos”. El escriba replicó: “Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: “No estás lejos del reino de Dios”. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
DIÁLOGO
Inma.- "Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo”. En el Evangelio de hoy, Jesús nos resume las Bienaventuranzas.
José.- ¿Entonces, Jesús nos da a elegir entre amar a Dios y amar al prójimo? ¿Así cumplimos la ley de Dios?
Daniel.- ¡Para, para, frena un poco! No has entendido nada. Amar a Dios y al prójimo es un mandato doble, pero “indivisible”.
Lina.- ¡Ya entiendo! Si sólo amas a Dios, se convierte en un “amor piadoso”, con el riesgo de olvidarte de las personas necesitadas, de tu prójimo.
Inma.- ¡Y cuidado! Si sólo amas a las personas, se convierte en un “amor social”, olvidándote de la esencia del mismo amor, ¡olvidándote de Dios!
José.- Si te alejas de Dios, pronto te alejarás del Amor, ¡porque Dios es Amor!, y si no te comunicas con Él mediante la oración, ¡perderás el camino de la verdad!
Daniel.- La Eucaristía es el momento importante de tu encuentro con Dios, es la firma de tu compromiso con Él y con su mensaje.
Lina.- ¡Ya entiendo! Debemos de amar a Dios para amar a las personas. Tenemos que conocer a Jesús para seguir su camino de entrega.
Inma.- ¡Yo quiero mucho al Cristo y a la Virgen de mi Cofradía! Cuando la sacan a la calle, toco en la banda, y mi amigo es costalero.
José.- ¡Ya sabes! Las imágenes recuerdan momentos de la vida de Jesús y de María, y hay que cuidarlas y respetarlas, pero ¡NO SON NI JESÚS NI MARÍA!
Daniel.- ¡Que no te líen! ¿A quién quieres? ¿A las fotos de tus padres o a las personas de tus padres? Las fotos recuerdan un instante de la vida de tus padres.
Lina.- Jesús no es una imagen: ¡Es fuerza, es amor, es nuestro maestro, es EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA! Empápate con su mensaje.