Fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo Bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: “Soy yo el que necesita que tú me bautices. ¿Y tú acudes a mí?”. Jesús le contestó: “Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere”. Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo, el amado, el predilecto” (Mt. 3, 13-17)
DIÁLOGO
Lucía.- El domingo siguiente a la Epifanía del Señor, celebramos el Bautismo de Jesús. Éste es el último día del tiempo de Navidad.
Jorge.- Ya sabéis que Jesús pasó sus primeros 30 años con su familia en Nazaret, trabajando con sus manos como artesano de la madera, en la carpintería de José.
Pablo.- Su primo era Juan el Bautista, hijo de un sacerdote de Jerusalén, llamado Zacarías. Juan vivía en una sociedad donde había muchos pobres, enfermos y gente sin trabajo.
Ana.- También estaban los egoístas, que no pensaban nada más que en su propio bienestar. ¿Conoces a alguien así a tu alrededor?
Lucía.- Juan decidió llevar una vida sencilla, y ayudó a cambiar el corazón de la gente, bautizándolos con agua en el río Jordán, en nombre de Dios
Jorge.- Jesús, antes de comenzar su vida pública decidió ir desde Galilea al Jordán para ser bautizado por Juan. ¡Pero recuerda, este bautismo no era como el de hoy!
Pablo.- ¡Claro, al ser judío lo circuncidaron a los ocho días! : “Ese es el bautismo judío”. Nosotros, para ser cristianos, nos bautizamos con agua y con la presencia del Espíritu Santo.
Ana.- El Bautismo de Jesús fue nada más que el comienzo de una vida maravillosa donde anunciará “La Buena Nueva”: ¡La salvación de todas las personas de buena voluntad!
Lucía.- En ese momento, Dios puso su sello, mediante la presencia del Espíritu Santo y su voz que decía: “Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto”
Jorge.- ¡Ya no había confusión! Juan fue quien le preparó el camino al Señor. Después Jesús, con su mensaje de amor y solidaridad, nos mostró el centro del corazón de Dios.
Pablo.- Después del Bautismo, Jesús se marcharía al desierto para orar, y comenzar a la vuelta, su vida pública.
Ana.- Jesús es el Hijo predilecto de Dios, es el mismo Dios hecho hombre. ¡Su ejemplo es nuestro alimento! ¡Su mensaje nuestro camino! ¡Y su Resurrección, nuestra esperanza!