Monición de entrada. Domingo 3º del T.O., Ciclo “A”, JESÚS LLAMA A CUATRO PESCADORES Y COMIENZA A PREDICAR

Al enterarse Jesús que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el Profeta Isaías: “País de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. Entonces empezó Jesús a predicar diciendo: “Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos”. Paseando junto al lago de galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: “Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron. Y pasando delante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo del Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando en Evangelio del reino, curando enfermedades y dolencias del pueblo.

DIÁLOGO

Natalia.- “Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres”: Jesús hoy nos llama para que cambiemos nuestro estilo de vida, basándonos en la generosidad.

Jorge.- Una generosidad nacida en nuestro corazón por la llamada de Jesús, y vivida en comunidad, en familia, en la parroquia.

Lucía.- Jesús comenzó a mostrar su mensaje de esperanza y salvación en la ciudad de Cafarnaúm, junto al Lago de Galilea, formando un grupo de amigos, y nació la primera comunidad cristiana.

Pablo.- Buscó a gente trabajadora, gente luchadora que se ganaban el pan con su sudor: A Simón, que lo llamaría Pedro y a su hermano Andrés. Eran pescadores de la zona.

Natalia.- Después llamó a otros dos pescadores, a los hermanos Santiago y Juan. Todos le siguieron. ¡Atendieron la llamada de Jesús, dejando todo lo que tenían!

Jorge.- Pero si Jesús no tenía riquezas, ni grandes lujos, ni grandes casas, ¿por qué le siguieron? ¿Qué sintieron cuando Jesús les llamó?

Lucía.- A veces buscamos la felicidad en las cosas materiales, y luego ¡Hala, al Psicólogo!: “Mire usted, que tengo depresión”.

Pablo.- ¡El dinero se agota! ¡La belleza se desgasta! ¡El poder, algún día se escapará de las manos! ¿Entonces? ¡Mira en tu móvil, para ver si tienes una “llamada perdida” de Jesús.

Natalia.- ¡No seas torpe, aparta tu vida comodona, es tiempo de cambiar, de responder a la llamada perdida de ¡tanta gente que te necesita! Ellos dejaron la barca ¿Qué necesitas dejar tú?

Jorge.- Y no digas: ¡No tengo tiempo, no tengo tiempo! ¡Búscalo, porque puede cambiar tu vida! Conviértete en la sal de la tierra, en los brazos donde duerma la esperanza de la PAZ.

Lucía.- Yo voy a cambiar la pereza, para ayudar en casa.: ¡Así seguiré a Jesús! Y voy a cambiar mi mal humor, por una sonrisa a los demás: ¡Así seguiré a Jesús!

Pablo.- Yo voy a cambiar el reírme de los demás, por defender a los demás: ¡Y así seguiré a Jesús! Y dejaré un rato la consola, para pasear con mis abuelitos. ¡Y así encontré a Jesús! La palabra secreta es: “Compromiso tuyo para con los demás” ¡Responde a la llamada perdida!